Me llamo Rita. Soy un ratón. Pero, no cualquier ratón, porque a mí, ¡me encantan los seres humanos! Los seres humanos, eso sí, pero aún más a los niños. Me gustan tanto que quiero trabajar para ellos, hacerme de niñera. Sin embargo, tengo algunos problemas...
Problema numero uno : vivo en un agujero, un agujero en el que por supuesto los niños no pueden entrar. Así que tengo que llamar a una empresa para que agrande mi casa, para que sea tan grande como las de los seres humanos.
Problema numero dos : no tengo muebles adaptados. Por ejemplo, sí que tengo una mesa, pero una mesa para los ratones, así que tengo que comprar una de la talla de las de los humanos.
Problema numero tres : cuando los niños entren en mi casa para que yo les atiende, no me verán, dado que son más altos que yo. Así que tengo que llamar al cirujano estético para marcar una cita para que me ponga piernas como las de los seres humanos.
Problema numero cuatro : tengo patas, y con patas no es fácil de atender a los niños, así que cuando mi cirujano me opere de las piernas, tendrá que ponerme brazos y manos, por supuesto como los de los seres humanos.
Problema numero cinco : tengo un rostro de ratón... Y para que yo no asuste a los niños, tengo que tener el mismo rostro que ellos, así que tendrá el cirujano que ponerme uno.
Problema numero seis : no tengo voz... Y para atender a los niños, hay que tener una voz para darles ordenes, contarles historias, reñirles y todo este tipo de cosas, ¿me entiende usted? Así que, bueno, tendré que hacerme poner un par de cuerdas vocales...
Último problema : No tengo nada de dinero... Es decir que no tengo dinero ni para agrandar mi casa, ni para comprar muebles, ni para tener piernas, ni para tener brazos y manos, ni para cambiar de rostro y en fin ni para que me pongan cuerdas vocales. Así que, después de una gran reflexión, mejor vale que atienda a los niños de mis semejantes, los ratones.
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