Buenos días ti, internauta.

Bueno, voy a empezar por presentarme. Soy la Avellana Artística.
Tú : "¿Qué? Pero ¿quién es?"
Pues, internauta, soy la Avellana Artística. Sí, he dicho avellana. ¿Qué? ¿A ti te parece que las avellanas no pueden hablar? Pues tienes razón, pero sí que pueden escribir.
Bueno, soy una avellana, sí, puedo escribir, sí, y soy una artista. ¿Qué te parece? ¿No me crees? Pues te lo voy a demostrar a lo largo del Blog.
Nos vemos en el pximo artículo...

jeudi 25 novembre 2010

Descripción literaria de un cuadro




Este cuadro es un cuadro de Claude Guigné, representa el otoño. Es el anochecer, el sol se despide por última vez del paisaje para ir a acostarse bajo el mar apacible. Alumbró a la tierra todo el día, nunca se escondió detrás de una nube para descansar, fue un día de dura labor para él. Por eso el mar le acoge con los brazos abiertos en su cuña cómoda, especialmente elaborada para él. Las nubes van llegando, un poco enojadas de no haber podido presentarse por todo el día, pero al mismo tiempo alegres de poder acudir a la cita con la luna. Se puede ver las hojas de los árboles moverse como para decirle al sol adiós con la mano que no tienen. Esta oscilación de las hojas dan la impresión de que las colinas del fondo se mueven lentamente, ellas también, para decirle adiós al sol. La luz se vuelve naranja, y entonces cuadra con el paisaje lleno de colores otoñales por el verde de los árboles y de la hierba, el marrón del mar y de los dos caminos de tierra, y el naranja del cielo y de las hojas, casi muertas, en los árboles. Todo el paisaje estaría en armonía si no se destacara dos casas con el techo azul, que perturban este equilibrio de colores. Parecen querer demostrar que no forman parte de la naturaleza, que son una mera invención de los hombres y que por eso, son superiores. Así que estamos en una guerra, entre la naturaleza y las invenciones del hombre. Al fondo del cuadro, la naturaleza parece ganar encerrando al pueblo azul entre el mar y la colina, y encarcelarle entre unos árboles naranjos que se rendirán al llegar el invierno, porque sus hojas se habrán caído. Al primer plano, son las dos casas con techos azules las que ganan, porque se ve más los caminos, los cuatro buzones y los vallados que la vegetación, lo que muestra que una vez más, el hombre domina la naturaleza. Dentro de algunos años, a lo mejor veremos quien habrá vencido al otro...

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